El aceite de oliva es rico en vitaminas A, D, E y K, que previenen las enfermedades cardiovasculares. Fortalece el sistema inmunológico. Protege el cerebro contra el deterioro cognitivo. Es bueno para la digestión, alivia el estreñimiento y el dolor articular, combate la diabetes y protege el hígado.
SUGERENCIA DE USO:
1 o 2 cucharadas en ensaladas, comidas o consumo directo.